Historia

Desde Hace 100 Años Nos Asociamos por el Bien de las Aves

En medio del caos global de la segunda guerra mundial, el rey de Gran Bretaña Jorge V y el presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson, establecieron un compromiso internacional para proteger a las aves migratorias y poner punto final a la cacería comercial. Creada en 1916, la Convención para la Protección de las Aves Migratorias, ordenó la cooperación para la conservación entre los Estados Unidos y Canadá.

Veinte años después, con su país viviendo las secuelas de la revolución, el presidente de México Lázaro Cárdenas aprobado un acuerdo para proteger a las aves migratorias. A pesar de la situación política y de tener que enfrentar otras prioridades económicas, nuestros tres países se unieron por las aves, para crear los primeros acuerdos internacionales en materia ambiental en Norteamérica.

Respondimos Cuando las Aves Acuaticas Nos Necesitaron

Pelican Island. Great Egret.
Estos Acuerdos ayudaron a fortalecer las atribuciones del gobierno federal de Estados Unidos para el manejo del primer Refugio Nacional de Vida Silvestre en la Isla Pelícano, en Florida, poniendo fin a la cacería comercial que estaba diezmando a las poblaciones de muchas aves como la Garza Blanca. Créditos: USFWS, y Adam Dudley.

A finales del siglo XX cuando declinaban las poblaciones de patos, nuestras naciones se unieron de nuevo para crear el Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica, enfocado a la conservación de los humedales.

Gracias a la planeación, protección y restauración del hábitat los patos se recuperaron. Actualmente existen poblaciones robustas de estas aves, desde las praderas del norte hasta los humedales y manglares de México. La conservación funciona, y por medio de la colaboración podemos generar resultados contundentes.

Ahora podemos aplicar de manera efectiva este modelo trinacional para todas las aves, ya que más de un tercio de todas las especies de Norteamérica estará en riesgo de extinción a menos que emprendamos acciones inmediatas de conservación.

Las Aves Incitan lo Mejor de las Personas

Algunos dicen que hay cosas más importantes que las aves. Sin embargo su conservación es una poderosa fuerza para promover cambios positivos.

Releasing a banded bird.
Las aves fascinan a las personas, como en este evento público de marcaje y liberación que reúne a una multitud. Crédito: Alex Chang.

Las aves marcan el camino.

La historia ha demostrado que las aves trascienden a los conflictos y a la política. Las aves son un valioso recurso económico para actividades de cacería, turismo y observación de la naturaleza. Las aves tienen una gran importancia cultural, están representadas en los símbolos nacionales, iconografía religiosa y hasta en los nombres de equipos deportivos. Conforme las personas se van concentrando en ciudades, las aves se están convirtiendo en uno de los principales vínculos
de la humanidad con la naturaleza

Las aves inspiran mayores triunfos para el ambiente.

Los hábitats de las aves son también sumideros para los gases de invernadero, de tal manera que pueden ayudar a nuestros países a cumplir con las metas de los acuerdos de París para mitigar el cambio climático. Tener ambientes saludables para las aves también produce beneficios para los humanos y para la vida silvestre, tales como aire limpio, control de la erosión e inundaciones y una mayor resiliencia en las costas.

Las aves conectan a nuestro continente.

Nuestras aves representan un verdadero recurso natural compartido, ya que migran a través de los países y los océanos a lo largo de todo el hemisferio.

Debido a que en la actualidad hay tantas especies de aves declinando de manera alarmante, hoy es más importante que nunca trabajar unidos para conservar a nuestras aves compartidas.

Birds inspire the next generation to pick up the mantle of environmental stewardship. Credit: Rafael Calderon.
Las aves inspiran a las nuevas generaciones a involucrarse en el manejo y conservación del ambiente. Crédito: Rafael Calderón.

Renovar Nuestro Compromiso Internacional por las Aves

Una vez más nuestros países encaran tiempos de incertidumbre frente a la
economía, el clima y el ambiente. Este reporte debe servirnos de inspiración para avanzar, con base en el mejor conocimiento científico que tenemos a disposición, sobre el estado de conservación de las aves y sus hábitats en Norteamérica.
Es un análisis sin precedentes, a escala subcontinental, que deriva de los esfuerzos de decenas de miles de participantes en proyectos de ciencia ciudadana en Canadá, los Estados Unidos y México.

Conforme construyamos nuevas historias de éxito para las aves, todos tendremos un papel que jugar. Los gobiernos podrán capitalizar estos avances fortaleciendo las políticas públicas de conservación, con base en información científica. La iniciativa privada podrá invertir en la producción sustentable de servicios y recursos naturales. Y la gente podrá hacer oír su voz y utilizar su energía para lograr que todo esto ocurra.

Hace cien años, tan sólo un puñado de personas decididas, lograron convencer a un presidente y a un rey, para hacer un acuerdo de conservación para las aves migratorias. Hoy en día, una vez más, cientos de especies de aves necesitan de nuestra ayuda.